Una tarde de sábado en donde salía el sol en Girona, lo nubló el gol de David Carmo en el descuento para sellar el empate en Montilivi.
El Oviedo de Luis Carrión se adelantó en el marcador para salir de ese descenso, y veía que tenía muchas posibilidades de hacerlo con el segundo gol en el 58'. El Girona de Míchel, tenía que sacar más orgullo que nunca y así lo hizo de la mano de su eterno capitán, Cristian Stuani y el rugido de su afición. El uruguayo recortó distancias de penalti y 20' minutos después Onuahi marcaba el empate, Montilivi rugía con ese segundo gol lo que le dio fuerzas y ánimo para dar ese último empujón al equipo que necesitaban para poder salir de ese farolillo rojo en el que se posicionaban.
En el 90', le volvió a sonreir la suerte al conjunto catalán con otro penalti que lo lanzaría el uruguayo, la afición ovacionandolo al grito de: URUGUAYO, URUGUAYO; y Stuani no defraudaba marcado y poniendo el 3-2 momentáneo en el luminoso.
El colegiado dio ocho minutos de descuento, tiempo suficiente para el Oviedo para buscar el empate y un Girona para defender el resultado. Esta vez el empuje, garra e ímpetu se lo llevo el Real Oviedo que apretó a un Girona que solo podía defenderse del asedio asturiano. En el 98' un gran centro de Reina al segundo palo que en un pricipio Gazzaniga hacía un paradón, el más listo de su casa, David Carmo cogía el rechace y con un trallazo mandaba el balón al fondo de la red para poner el definitivo empate en Montilivi, con caras de preocupación en los jugadores del Girona que veía como se les escapaban los tres puntos a las puertas del final.
Un resultado que deja todo como empezó, el Girona colista de la competición y el Oviedo décimonoveno, solo con más adrenalina para el Oviedo por ese gol que les daba un punto en la liga.
