El Real Oviedo vivió este domingo una sacudida que pocos esperaban tan inmediata: la destitución de Luis Carrión como entrenador del primer equipo. Apenas unas horas después de la dura derrota por 4-0 frente al Sevilla en el Sánchez-Pizjuán, el club anunció oficialmente el fin de la etapa del técnico catalán, que no ha conseguido revertir la mala dinámica desde su regreso al banquillo carbayón.
Un golpe tras otro
Carrión había regresado al Oviedo en octubre con la misión de estabilizar al equipo y recuperar la confianza perdida tras la salida de Veljko Paunovic. Sin embargo, los resultados nunca acompañaron: ocho partidos de Liga sin conocer la victoria, cuatro empates y cuatro derrotas, además de la eliminación en la primera ronda de la Copa del Rey frente al Ourense CF. El 4-0 encajado en Sevilla fue la gota que colmó el vaso y precipitó una decisión que se venía gestando en los despachos.
El comunicado del club
La entidad oviedista emitió un comunicado breve y contundente en el que agradecía el trabajo y la profesionalidad de Carrión, pero subrayaba la necesidad de “tomar medidas para reconducir la situación deportiva”. El tono reflejó la urgencia de un club que no quiere ver comprometido su objetivo de permanencia en Primera División.
Balance de una etapa breve
- Duración: Apenas dos meses en el cargo.
- Resultados: Cero victorias en Liga, cuatro empates y cuatro derrotas.
- Copa del Rey: Eliminación temprana frente a un rival de Segunda Federación.
- Sensaciones: Falta de solidez defensiva y escasa capacidad de reacción en los partidos clave.
Un club en constante búsqueda
La destitución de Carrión convierte al Real Oviedo en uno de los equipos más inestables de la temporada: tres entrenadores en apenas 16 jornadas. La propiedad, encabezada por Jesús Martínez, deberá elegir ahora un perfil capaz de aportar resultados inmediatos y devolver la confianza a una plantilla que ha quedado tocada anímicamente.
Lo que viene
- Nuevo entrenador: El club trabaja ya en la búsqueda de un sustituto que aporte pragmatismo y experiencia en situaciones límite.
- Mercado de invierno: Se esperan refuerzos en defensa y ataque para dar herramientas al próximo técnico.
- Afición: La grada exige respuestas y un proyecto sólido tras dos destituciones en tan poco tiempo.
La destitución de Luis Carrión no es solo un cambio de entrenador: es un aviso de que el Real Oviedo no quiere dejar escapar la oportunidad de consolidarse en Primera. El reto ahora es doble: encontrar un líder que devuelva la estabilidad y convencer a una afición que empieza a perder la paciencia. El Sánchez-Pizjuán fue el escenario del último capítulo de Carrión, pero el verdadero desafío comienza en el Tartiere, donde el equipo deberá demostrar que aún tiene margen para reaccionar.
