El Elche brilla y evidencia el mal momento del Real Madrid

El conjunto ilicitano se adelantó dos veces y obligó a los blancos a remontar; el empate deja al Barça a un punto y aumenta las dudas de cara a la Champions.

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El Martínez Valero se convirtió esta noche en un escenario de alto voltaje donde el Real Madrid se dejó dos puntos y, de paso, activó todas las alarmas antes de la próxima cita europea: el Barça ya solo está a uno en la clasificación, y la sensación de fragilidad blanca se hizo evidente ante un Elche que firmó un partido sobresaliente. El conjunto ilicitano se adelantó dos veces, con temple y personalidad, castigando las desconexiones del Madrid y empujando a su rival a remar contracorriente desde muy pronto. Cada golpe local encontró réplica, sí, pero siempre después de un tramo de superioridad del Elche, que ganó duelos, mordió en la presión y supo jugar el partido que más incomoda a los de Xabi Alonso: uno con ritmo, nervio y poco margen para el error.

El primer empate del Madrid llegó entre polémica, con una asistencia de Bellingham que el Elche reclamó por posible mano en el control antes del pase decisivo. La acción encendió al estadio y al banquillo ilicitano, dejando el encuentro condicionado por la discusión arbitral y por la sensación de que el Madrid necesitaba más que fútbol para salir del embrollo. Aun así, el Elche no se descompuso: volvió a golpear y a poner el partido cuesta arriba por segunda vez, fiel a un plan que mezcló agresividad en campo rival con claridad para atacar el espacio a la espalda. La respuesta blanca, otra vez, llegó envuelta en lío: el segundo tanto del Madrid nació tras una acción aparatosa en el área, con Vinícius impactando con la rodilla en Iñaki Peña. El guardameta quedó sangrando y el Martínez Valero ardió, convencido de que la jugada debía haberse sancionado de otro modo. El gol subió al marcador y el encuentro se instaló en un final áspero, con nervios y reproches, pero sin el tercer tanto que desnivelara la noche.

Más allá de las controversias, el partido dejó una conclusión clara: el Elche compitió de diez. Fue valiente, intenso y lúcido para encontrar las debilidades del líder, enlazando fases largas de superioridad y mostrando carácter para volver a levantarse tras cada empate. El Real Madrid, en cambio, confirmó su mal momento futbolístico: le costó imponerse en las áreas, perdió duelos clave y dependió demasiado de chispazos individuales y de acciones al límite. El pinchazo no solo reduce su ventaja al mínimo, sino que añade ruido justo antes del próximo compromiso de Champions, cuando la necesidad de autoridad y continuidad se vuelve imprescindible.

El Martínez Valero despidió un partido grande: dos adelantamientos del Elche, dos remontadas del Madrid, polémicas en ambos goles blancos y un equipo local que se ganó el reconocimiento por una actuación que rozó la victoria. El Madrid se marcha con un empate que sabe a poco y con preguntas urgentes que responder. El Barça, a un paso. La Liga, más abierta que ayer. Y el calendario, sin piedad.