El RC Celta de Vigo sufrió una dura derrota en casa frente al Bolonia FC por 1-2, en un partido que comenzó con esperanza pero terminó en frustración. Balaídos vivió una noche de contrastes: la ilusión inicial tras el gol de Bryan Zaragoza se apagó con el doblete de Federico Bernardeschi, que lideró la remontada italiana y dejó a los celestes en una situación delicada en la UEFA Europa League.
Un inicio prometedor
El Celta arrancó con intensidad y encontró premio pronto. En el minuto 16, Bryan Zaragoza aprovechó una gran acción de Swedberg para batir al portero rival y poner el 1-0. La grada se encendió y el equipo parecía encaminado hacia una victoria que reforzara sus opciones de clasificación.
Bernardeschi, verdugo en Balaídos
Pero el Bolonia no tardó en reaccionar. En la segunda parte, Bernardeschi empató desde el punto de penalti en el 65’ y apenas diez minutos después culminó la remontada con un disparo preciso que silenció Balaídos. El italiano fue la gran figura del encuentro, demostrando por qué es considerado uno de los jugadores más determinantes de la Serie A.
Un golpe a la clasificación
La derrota deja al Celta con 9 puntos en la fase de grupos, mientras que el Bolonia se afianza con 11 puntos en la parte alta. Los gallegos necesitaban sumar para asegurar su presencia en el Top 8, pero ahora dependen de otros resultados y de una victoria en la última jornada para mantener vivo el sueño europeo.
Balaídos, entre la decepción y la esperanza
La afición celeste apoyó hasta el final, pero se marchó con la sensación de que el equipo no supo gestionar la ventaja ni frenar el empuje de un rival más sólido. El vestuario queda tocado, aunque todavía hay margen para reaccionar en los próximos compromisos.
Más que una derrota, el partido fue un aviso: el Celta necesita recuperar contundencia y confianza si quiere que Balaídos vuelva a ser un escenario de victorias europeas. El reto es enorme, pero la historia del fútbol está llena de equipos que renacen cuando todo parece perdido.
