La Copa del Rey volvió a demostrar por qué es el torneo más imprevisible del fútbol español. La jornada de hoy dejó partidos vibrantes, con favoritos que tuvieron que sudar más de lo esperado y equipos modestos que se rebelaron contra la lógica.
El Valencia impone su pegada en Gijón
En El Molinón, el Valencia CF se llevó un triunfo sólido por 0-2 ante el Sporting de Gijón. Los asturianos, arropados por su afición, intentaron sorprender con presión alta y mucha intensidad, pero los ches mostraron jerarquía en el centro del campo y eficacia en ataque. El primer gol llegó tras una jugada colectiva que desarmó la defensa local, y en la segunda mitad un disparo ajustado sentenció el encuentro. El Molinón vibró con la entrega de los suyos, aunque la diferencia de calidad acabó siendo decisiva.
La Real Sociedad sufre en Elda
El Nuevo Pepico Amat vivió una noche copera de infarto. El duelo se mantuvo sin goles hasta el tramo final, cuando Sucic adelantó a la Real en el 79’. La respuesta del Eldense fue inmediata: Quintana empató en el 81’ y desató la locura en la grada. Todo apuntaba a la prórroga, pero en el 96’ Pablo Marín apareció para firmar el 1-2 definitivo, dejando a los locales con la sensación de haber rozado la gesta y a los donostiarras con un alivio enorme.
El Elche golpea en Ipurúa
En Ipurúa, el Elche CF consiguió un triunfo de mérito al vencer 0-1 a la SD Eibar. El partido estuvo marcado por la igualdad y la intensidad, con los armeros dominando fases del encuentro. Sin embargo, un gol en la segunda mitad bastó para decantar la eliminatoria. El Eibar buscó el empate hasta el último minuto, pero el Elche resistió con solidez defensiva y celebró un pase que refuerza su confianza en la competición.
Una jornada para recordar
Entre la pegada del Valencia, el sufrimiento de la Real Sociedad y la resistencia del Elche en un campo tan complicado como Ipurúa, la jornada dejó claro que la Copa del Rey sigue siendo un torneo de emociones fuertes. Los equipos de Primera cumplieron con su papel de favoritos, pero tuvieron que sudar frente a rivales que demostraron garra y orgullo.

