La noche en Anoeta cambió de dueño en 15 minutos. Cuando parecía que la Real Sociedad por fin había encontrado el oxígeno que necesita, Viktor Tsygankov se adueñó de la película: dos zarpazos, un golpe de realidad y una remontada que devuelve al Girona a la vida. Hay partidos que no solo suman puntos; declaran intenciones. Este fue uno de ellos.
El resultado que lo cambia todo
- Marcador: Real Sociedad 1–2 Girona.
- Goles: Guedes (35’) para la Real; Tsygankov (75’ y 83’/84’) para el Girona.
- Lectura inmediata: El Girona sale del descenso, la Real encadena la tercera derrota consecutiva y entra en un bucle preocupante.
La cronología fue quirúrgica: ventaja donostiarra al descanso con un derechazo de Gonçalo Guedes, y una segunda parte tomada por el cuadro catalán, que no solo igualó, sino que cambió el tono emocional y competitivo del encuentro. Tsygankov empató en el 75’ y culminó la remontada alrededor del 83’-84’, ambos con la firma del futbolista que eligió el momento exacto para convertirse en decisivo.
Una primera parte de promesas y una segunda de certezas
- Dominio alterno: La Real golpeó primero y mejor; el Girona maduró el partido hasta doblarlo en el tramo final.
- El 1-0: Guedes, oportuno, rompió el equilibrio a la media hora y la Real se fue al descanso con la sensación de haber controlado los detalles.
- El volteo visitante: Tras el ajuste, el Girona ganó metros, ritmo y fe. Tsygankov encontró espacios y castigó dos veces para cambiar el signo del duelo.
Las estadísticas acompañan el relato: el Girona acabó con más posesión y más remates, indicadores de una segunda parte en la que impuso su plan y su carácter. En datos oficiales, los catalanes cerraron con 52.8% de posesión, 14 tiros (3 a puerta), por 47.2%, 9 y 4 de la Real.
Nombres propios y detalles que pesaron
- Viktor Tsygankov: Decisivo: doblete y determinación en el momento más caliente del partido.
- Gonçalo Guedes: Eficacia inicial: su gol alimentó a una Real que, tras el descanso, perdió pulso y profundidad.
- Azzedine Ounahi: Influencia y carácter: se le vio en todas las zonas, asumiendo riesgos y ritmo; señalado como MVP en crónicas que subrayan su impacto.
- Palo emocional: Tercera derrota seguida de la Real, con un segundo tiempo “para olvidar” según la cobertura, que deja al equipo en un estado de duda muy serio.
Incluso los pequeños detalles contaron: tarjetas que cortaron el ímpetu, cambios obligados, y un tramo final donde el Girona, más valiente, leyó mejor cada segunda jugada. El ambiente en el Reale Arena, con más de 26 mil espectadores, fue de incredulidad al final: una noche que empezó con esperanza y terminó en silencio.
Consecuencias en la tabla y el estado anímico
- Girona: Respira: salir del descenso no solo es estadística; es una inyección de autoestima y un aval a su plan competitivo.
- Real Sociedad: Estado crítico: tres derrotas consecutivas abren preguntas sobre el modelo, el físico y la gestión de las segundas partes.
La narrativa liga y la matemática se encuentran: el Girona transforma puntos en impulso, la Real convierte fantasmas en urgencias. La semana se volverá larga en Zubieta; el vestuario necesita una reacción tangible y no solo un mensaje.
Lo que dijeron y lo que se vio
- Sensaciones postpartido: desde el propio entorno realista se reconoció la superioridad del Girona tras el descanso y la necesidad de mirar “hacia dentro”. Hubo problemas musculares en Barrrenetxea y un tono de autocrítica que evidencia el momento.
- Claves tácticas: el Girona ajustó presión y líneas, mejoró su salida y atacó los intervalos entre laterales y centrales; la Real perdió altura en la presión y se quedó sin amenaza a la espalda. La diferencia fue de convicción y de metros en campo rival.
Este lenguaje —el de la autocrítica y el de los ajustes— suele adelantar cambios: de nombres, de roles, de ritmo. La Real no puede permitirse otro apagón de segundo tiempo. El Girona, en cambio, encuentra en este triunfo una identidad que premia la insistencia.
Próximo capítulo
- Girona: debe convertir esta victoria en tendencia, consolidar a sus figuras y sostener el nivel competitivo fuera de casa.
- Real Sociedad: necesita reset inmediato: recuperar piernas, reinstalar la presión alta con continuidad y encontrar el gol que ahora se le escapa cuando el partido se abre.
Un viernes que parecía trámite se convirtió en declaración. Anoeta fue escenario de una verdad simple y contundente: quien manda en los últimos 20 minutos, escribe el resultado. El Girona lo entendió y lo ejecutó. La Real, hoy, lo sufrió.
