El Deportivo sigue líder, el Real Zaragoza rompe su mala racha en el derbi aragonés, Castellón y la Real Sociedad B firman un duelo de goles, y el CD Leganés vive en el filo.
La jornada 14 de LaLiga Hypermotion 2025/26 volvió a demostrar por qué se la conoce como la Liga HyperTensiones: cada partido es un examen de nervios y cada punto puede cambiar el destino de un equipo.
El RC Deportivo se mantiene en lo más alto de la clasificación tras imponerse por 1-3 al Córdoba. Los gallegos confirman su solidez y se afianzan como el gran candidato al ascenso directo. Con 26 puntos en 14 jornadas, el Dépor marca el ritmo de la competición.
El Real Zaragoza, que venía de varias derrotas dolorosas frente a rivales de la zona baja, consiguió por fin un triunfo vital ante el Huesca (1-0). Los maños habían encadenado semanas de frustración, cayendo contra equipos a priori inferiores, y este resultado les permite tomar aire en la clasificación. La victoria no solo suma tres puntos, sino que devuelve confianza a un vestuario que necesitaba reaccionar.
En Castalia se vivió un partido vibrante: Castellón y Real Sociedad B protagonizaron un duelo abierto y lleno de goles. El conjunto dirigido por Pablo Hernández, recién ratificado como técnico hasta final de temporada, mostró su capacidad ofensiva en un choque que mantuvo a los aficionados al borde de sus asientos. La Real Sociedad B, pese a su fragilidad defensiva, respondió con valentía, convirtiendo el encuentro en un espectáculo.
El Leganés es el mejor ejemplo de la “HyperTensiones”: está a solo tres puntos del descenso y a la misma distancia de los playoffs de ascenso. Una situación límite que refleja la igualdad extrema de la categoría. Cada jornada puede cambiar su destino: de soñar con subir a Primera a sufrir por no caer a Primera RFEF.
La jornada deja claro que en la LaLiga Hypermotion nadie puede relajarse. El Deportivo marca el paso, Zaragoza respira tras semanas de angustia, Castellón divierte con su festival de goles, y Leganés vive en el filo. Todo ello en un campeonato que, fiel a su apodo, convierte cada fin de semana en un auténtico maratón de tensión.

