El Real Betis volvió a demostrar que su ambición europea no entiende de fronteras ni de temperaturas gélidas. En una fría tarde croata, el conjunto de Manuel Pellegrini se impuso con autoridad al Dinamo Zagreb por 1-3, un resultado que no solo le da tres puntos, sino que prácticamente sella su clasificación para los octavos de final de la UEFA Europa League.
Un vendaval de siete minutos
El partido comenzó con cierta igualdad, pero a partir del minuto 30 los verdiblancos desataron un auténtico vendaval ofensivo. Primero, un autogol de Sergi Domínguez abrió la lata. Apenas tres minutos después, Rodrigo Riquelme aprovechó una jugada de Abde para ampliar la ventaja. Y como si fuera poco, en el 37’, Antony culminó la exhibición con un disparo certero que dejó al Dinamo sin capacidad de reacción. Tres goles en apenas siete minutos que reflejan la pegada y la confianza de un equipo que sabe cuándo golpear.
El Dinamo, sin respuesta
El conjunto croata, dirigido por Kovacevic, apenas pudo reaccionar. Su único consuelo llegó en los minutos finales con el tanto de Niko Galesic, más anecdótico que trascendente. El marcador final de 1-3 dejó claro que el Betis fue superior en todas las facetas del juego.
Clasificación y futuro
Con esta victoria, el Betis suma 14 puntos y se coloca en la parte alta de la tabla, a solo uno del Olympique de Lyon. Los verdiblancos se mantienen invictos en Europa, un dato que refuerza la sensación de que este equipo está preparado para competir de tú a tú con cualquiera.
La clave: confianza y pegada
Más allá de los nombres propios, lo que destacó fue la personalidad del equipo. Pellegrini ha conseguido que sus jugadores crean en un estilo que combina solidez defensiva con velocidad en ataque. Abde fue un puñal por la banda, Riquelme mostró su calidad en el área y Antony confirmó que puede ser decisivo en noches grandes.
Un aviso para Europa
La victoria en Zagreb no es solo un paso más en la clasificación; es un aviso para el resto de equipos. El Betis ha demostrado que puede ganar fuera de casa, en escenarios complicados y con autoridad. La afición verdiblanca sueña con que este sea el inicio de un recorrido largo y exitoso en la competición.
En definitiva, el Betis no solo ganó: convenció, ilusionó y dejó claro que su ambición europea está más viva que nunca.

