Butarque busca reacción: Paco López deja de ser técnico del Leganés

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El CD Leganés ha decidido poner fin a la etapa de Paco López como entrenador tras la eliminación en Copa del Rey frente al Albacete. La derrota por 1-2 en Butarque, sumada a la mala dinámica en liga, ha sido el detonante de una decisión que se venía gestando desde hace semanas. El técnico valenciano llegó al banquillo pepinero con la misión de devolver estabilidad y competitividad al equipo, pero los resultados no acompañaron y la paciencia de la directiva se agotó.

La caída en Copa fue especialmente dolorosa. El Leganés se mostró incapaz de reaccionar ante un Albacete más sólido y eficaz, y terminó escuchando una sonora pitada de los aficionados presentes. Lo llamativo es que el estadio estaba casi vacío, pero el descontento se hizo notar con fuerza, reflejando el malestar acumulado por una afición que siente que el equipo se ha desconectado de la lucha y del espíritu competitivo que siempre caracterizó a Butarque.

La destitución de Paco López no solo responde a un mal partido, sino a una tendencia preocupante. En liga, el Leganés ha encadenado cuatro derrotas en las últimas cinco jornadas y se encuentra a un solo punto de los puestos de descenso. La falta de solidez defensiva, la escasa producción ofensiva y la sensación de que el equipo no tiene un plan claro han terminado por dinamitar la confianza en el técnico.

El club ha confirmado que Igor Oca, entrenador del filial, será el encargado de dirigir el entrenamiento del viernes y se sentará en el banquillo el próximo domingo en el partido de liga frente al Córdoba CF. Su papel será interino, pero supone un intento inmediato de reactivar al grupo con alguien que conoce la cantera y el entorno del club. Oca, que lleva tiempo trabajando con los jóvenes del Leganés B, tendrá la oportunidad de demostrar su capacidad en un momento crítico.

La situación del Leganés es delicada. La destitución de Paco López abre un nuevo capítulo en una temporada marcada por la irregularidad y la falta de rumbo. La directiva busca alternativas para el futuro, pero de momento la prioridad es recuperar confianza y sumar puntos en liga para evitar que el equipo se vea atrapado en la lucha por el descenso. El partido ante el Córdoba se presenta como una primera prueba de fuego para medir la reacción de un vestuario golpeado y de una afición que exige respuestas inmediatas.